Miedo

Por mucho que digan los que parecen de acero, por mucho que te digas tu a ti mismo, y por mucho que simulen las personas en internet, todos tenemos miedo al que dirán, al fracaso, a perdernos. 

Llega un punto en la vida, que siempre es antes de lo que todos pensamos a pesar de que nuestros padres nos lo recuerdan (hasta entonces poco les hacemos caso) en el que ya nada es fácil, las cosas van siendo cada vez más difíciles y cuando te topas con algo fácil te sorprende e incluso llegas a dudar de lo que esta sucediendo. 

Bueno, aunque mucha experiencia no tengo, creo que por muy complicado que sea el miedo al que dirán tiene que salir de nuestra cabeza, porque si empezamos con un que dirán, se produce un efecto dominó y antes de tener miedo al fracaso ya habremos fracasado, solamente por haber querido complacer lo que los demás buscaban en nosotros en vez de haber dado prioridad a nuestra personalidad y nuestras propias ideas. 

Reflexión

Para todos es difícil estar solos, se nos hace todo más cuesta arriba y no tenemos otra cosa que hacer que dedicar tiempo a nosotros mismos, cosa que cuando estamos hasta arriba de cosas que hacer es lo que más nos apetece. 

Pero cuando nosotros nos acostumbramos a una persona, nos parece imposible visualizar nuestra vida sin su presencia, no vemos un futuro claro, nos sentimos débiles.

Es duro depender de alguien, porque nadie te asegura que va a estar siempre en tu vida, aunque en realidad es lo que inconscientemente buscamos, tener a alguien con quien compartir la vida alguien a quien contarle nuestro día a día, que nos cuente el suyo y que nuestros planes siempre sean los mismos. 

Es obvio que no vamos a querer estar solos, el hombre por naturaleza busca la felicidad en las personas. Pero yo he aprendido que si antes no te quieres a ti mismo, nunca vas a querer a alguien de verdad y menos aun te van a querer como tienen que hacerlo.